6.11.06

La minería regional, con altos niveles de producción
En los principales pueblos mineros de esta zona –San Agustín, Los Cóndores, Las Caleras y Elena– admiten estar en el mejor momento de la última década.
San Agustín, Los Cóndores, Elena, Las Caleras. La actividad minera regional está atravesando por uno de sus mejores momentos de producción. No sólo que la actividad mejoró sustancialmente respecto al momento de la peor crisis económica nacional de 2001 y 2002, sino que la mayoría de los productores coincide en que está en el punto más alto de los últimos 15 o 20 años.Pero a la vez todos concuerdan que no hay una política estatal orientada a promover mayores inversiones en el sector para consolidarlo hacia el futuro.En esta zona, la actividad minera es la principal en San Agustín y Las Caleras de Calamuchita, pero también hay empresas extractivas en Los Cóndores, Berrotarán y Elena. En todos esos puntos el nivel de producción es alto. Donde la producción hace décadas bajó, sin recuperarse, es en la zona alta de las sierras de Calamuchita, porque la demanda de minerales como mica o wolframio que eran habituales en esa zona decayó marcadamente.
Testimonios
“Esta siempre fue una empresa familiar, con una larga trayectoria, y en mis 39 años nunca se atravesó un momento con tanta demanda como éste”, recordó un geólogo de una firma de Las Caleras de Calamuchita (paraje entre Berrotarán y La Cruz). El empresario aclaró: “el punto débil es que no existe previsibilidad, por lo cual el crecimiento que podamos tener deberá ser progresivo, paso a paso y con recursos propios”. La ausencia de créditos blandos y políticas que estimulen el crecimiento es el principal reclamo del sector. La firma Basalto SA, con oficinas en Río Tercero, extrae la piedra de basalto en Los Cóndores (tiene otras plantas en Chaján y San Luis). Ese material se utiliza sobre todo para mezcla asfáltica y las obras viales son muchas en estos tiempos. “La producción levantó mucho en los últimos años y en nuestro caso lo que más empuja es que hay muchas obras públicas en marcha”, señaló un directivo de la firma, quien admitió que la demanda de empleo que generan es hoy la mayor de la última década.
Obras viales
La evaluación debe considerarse sobre dos aspectos: las empresas que producen elementos para la construcción y las que dependen también de las obras viales. Para ambas la demanda es alta. “Las expectativas hacia adelante son también buenas, siempre y cuando se concreten los planes viales anunciados en la provincia”, explicó José Nasif, de Canteras San Agustín. En ese establecimiento producen doble carbonato de calcio y magnesio, que se utiliza para la elaboración de pinturas, en la industria del mosaico y para marmolina, pero también venden triturados pétreos para obras viales. “Sin ninguna duda que la situación mejoró, porque en 2001 las perspectivas eran nulas y ahora estamos en un 60 por ciento de la capacidad de producción; lo que no se vende se acopia”, graficó Nasif. En ese sentido, el empresario recordó que tuvieron una alta demanda por la construcción de diferentes rutas, como la repavimentación de la provincial 6. Hoy proveen material para la autopista Córdoba–Rosario y aguardan el inicio de otras obras viales anunciadas en la zona como la ruta Río Tercero a Despeñaderos o la autovía Córdoba–Río Cuarto. San Agustín se ha caracterizado históricamente también por la producción de cal. Desde una firma que la explota y comercializa, estimaron un crecimiento en la producción por lo menos del 30 por ciento, en comparación con algunos años atrás, y vinculado al mayor nivel de actividad de la construcción en general. “Es uno de los mejores momentos por la demanda actual pero también se llegará al límite de la capacidad de producción, especialmente por la cuestión energética”, advirtió José Luis Maero, de Minera Monserra–Insumin, de Las Caleras de Calamuchita. La empresa produce micronizado de dolomita, que se utiliza para la elaboración de pinturas, plásticos y cerámicos. Además del mercado interno esa firma exporta a Chile, y está asociada con capitales de ese país. “Hubo un incremento en la actividad especialmente por el auge de la construcción”, opinó por su parte Ubaldo Peloni, de Minerales Milenio, de San Agustín. Esa planta produce dolomita, carbonatos de calcio y calizas. También elabora molienda de sulfato de calcio que granulado se utiliza como fertilizante. “Pero no hay apoyo desde el Estado para seguir creciendo y tecnificarse, como por ejemplo generando una línea de créditos blandos”, reclamó. Desde Elena, Ida Ramello, gerenta de Minera Sofía (que produce dolomita) señaló: “Después de años de recesión, el sector está mejor pero falta para afirmar que la industria minera está consolidada”, aclaró. También apuntó a la necesidad de contar con líneas crediticias que promuevan la tecnificación: “Tenemos máquinas trabajando a pleno, pero lo ideal sería modernizarlas, nosotros vamos creciendo como podemos, con recursos propios”, acotó.Nasif, en tanto, explicó que los costos para tecnificarse son elevados en el rubro. “Para una cargadora debemos hablar hoy de más de 170 mil dólares”, ejemplificó. “En nuestro caso, lo que invertimos, es con financiación propia”, acotó.
Comparaciones
Las comparaciones son un ejemplo de la reactivación. En 2001, cuando se paró la obra pública –recordó Nasif– su empresa debió suspender por algunos meses al personal. La planta tiene una capacidad instalada de dos mil toneladas diarias y hoy genera unas 1.200. Por su parte, Maero recordó que aún en los momentos más duros su firma mantuvo el personal permanente. “Siempre fue una fuente de trabajo directo para unas 20 personas pero indirectamente también beneficia a otras 15”, señaló. La empresa producía hace dos años 700 toneladas y hoy llega a las 1.500.
Más ejemplos
Peloni, por su parte, recordó: “En 2002, dos máquinas trabajaban en un solo turno y hoy son cuatro las que operan entre 8 y 16 horas por día”. También destacó que por momentos debe reforzarse la actividad en la madrugada. Su planta producía hace cuatro años 700 toneladas mensuales y hoy llega a las 2.500. Además, de ocho empleados pasó a tener 12 en planta permanente y 15 contratados. Claro que esa comparación es con el peor momento de la economía nacional.“El panorama es mejor que en los ´90, cuando ingresaban al país muchos productos importados”, destacó Peloni.La elenense Ramello, en tanto, recordó que en épocas del uno a uno, empleaban a ocho personas y hoy 30 familias dependen directamente de esa empresa. Y de mil toneladas que generaban mensualmente pasaron a unas 3.500. Las maquinarias que trabajaban de ocho a 12 horas por día, ahora están operando las 24 horas. “Por eso es más necesario modernizar los equipos, porque se genera más desgaste y otros costos”, dijo.
Diario “La Voz del Interior”, 08 de abril de 2006.