7.11.06

Monumento al Minero, un sueño a punto de realizarse

Desde mucho tiempo antes de su fundación como Comuna, la zona en donde se asienta Las Caleras de Calamuchita mostró características distintas a las que predominaban en la región circundante. La existencia y explotación de canteras de dolomita, entre otros materiales, le brindaron al lugar una identidad particular que contrastaba con la producción agrícola-ganadera, forestal y turística que predominaba en los departamentos de Calamuchita y Río Cuarto. De esta manera, Las Caleras se mostraba (y aún sigue haciéndolo) como una “mancha blanca” en medio de una importante extensión de horizonte verde. Esta característica, como es natural, generó la aparición de un personaje que todavía es fundamental en la actividad de las canteras: el minero; un hombre que con sacrificio permanente y con un precio, en la mayoría de los casos, demasiado alto para su salud, trabaja con mazas de hasta de 10 kilos para extraer la piedra de la montaña y fraccionarla. Más allá de los adelantos tecnológicos que incorporó la actividad en los últimos años, aún hoy sin el minero sería imposible la extracción de la piedra. Parafraseando al poeta cubano, podríamos decir “qué cosa fuera la cantera sin un minero”.
Es el minero, entonces, el trabajador que mayor importancia tiene en la actividad central de nuestro pueblo. Y es él el que forjó nuestra historia y nuestra identidad. El minero es quien nos representa como comunidad y sobre quien gira nuestra vida social, económica y cultural. La mayoría de los habitantes de Las Caleras tiene en su familia algún integrante que trabaja o trabajó en la cantera. Es, en definitiva, nuestro mayor y mejor representante. Y sin embargo, sigue siendo, en muchos casos, el más olvidado. El minero es el hombre que más sacrificio impone en la actividad de las canteras, pero es el peor pago. Es el que juega su vida debajo de toneladas de piedra sin la mínima protección y, en muchos casos, sin cobertura social. Es el que, a golpes de maza, no sólo rompe la piedra sino, también, su propia columna. Es el que puede considerarse “viejo” a los 40 años porque su espalda no responde más al esfuerzo de todos los días.
Frente a la propia historia y a la realidad cotidiana, la Comuna de Las Caleras de Calamuchita pretende realizar un homenaje al minero con la construcción de un monumento que se ubique al ingreso del pueblo y que exprese nuestra identidad al visitante. Esta administración comunal ha realizado, desde su asunción, numerosas acciones tendientes a morigerar la difícil situación del minero y a mejorar su vida cotidiana. Somos concientes que una escultura no contribuirá a obtener mayores beneficios laborales ni a incrementar sus ingresos. Pero estamos convencidos de que el reconocimiento expresado por toda la sociedad a través de la escultura significará un elemento importante para el orgullo que sienten por su trabajo. Será, por otra parte, una expresión cabal de nuestra identidad cultural y se convertirá, de esta manera, en la representación vital de nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro.
La obra, que ya se esta realizando, esta a cargo de la Escultora Trinidad Caminos que nació en Córdoba y es egresada de la Escuela de Artes de la Universidad Nacional. Su carrera artística comenzó en 1988 y ha mostrado sus trabajos tanto en Córdoba como en otras ciudades de nuestro país. Algunas de sus esculturas se hallan emplazadas en espacios públicos de la ciudad de Córdoba.
El Monumento al Minero esta enclavado dentro de un predio donde se proyecta construir el Paseo del Minero. También allí se construirá la Eremita a la Virgen de la Medalla Milagrosa. El Paseo estará enclavado a la entrada del pueblo constituyendo una importa presencia estética única en el pueblo y en la provincia